Los bulbos son pequeñas cabezas que se entierran en la tierra y de ellas salen bonitas flores con un gran colorido. Son muy fáciles de cultivar, hasta el más inexperto en jardinería, disfrutará viendo crecer los bulbos hasta convertirse en flor.

Los bulbos se pueden plantar en diferentes épocas del año: a principio de primavera, floreciendo en verano y los que se siembran en otoño y florecen en primavera. Es de estos últimos de los que vamos a hablar en este post.

Octubre y noviembre es buena temporada para sembrar jacintos, narcisos, tulipanes, amarilis, fresias, crocus…

Depende de la variedad que sembremos, tardarán más o menos en salir. Por ejemplo, el amarilis normalmente se podrá disfrutar para las fiestas de Navidad y el tulipán en enero o febrero ya asomará sus coloridas flores.

Su cultivo, como ya hemos dicho, es muy fácil, y además, no hace falta tener un gran jardín para poder disfrutar de las flores de los bulbos, se pueden cultivar en jardineras e incluso en macetas. Basta con hacer un agujerito en la tierra y cubrir el bulbo con una pequeña capa de tierra (con la punta siempre hacia arriba).

Después iremos regando y disfrutando de cómo van saliendo sus brotes hasta que se convierten en flores! Bienvenido otoño!!